martes, noviembre 30, 2004

El Intelecto

El intelecto, como medio de conservación del individuo, desarrolla sus fuerzas principales fingiendo, puesto que éste es el medio, merced al cual sobreviven los individuos débiles y poco robustos, como aquellos a quienes les ha sido negado servirse, en la lucha por la existencia, de cuernos, o de la afilada dentadura del animal de rapiña. En los hombres alcanza su punto culminante este arte de fingir; aquí el engaño, la adulación, la mentira y el fraude, la murmuración, la farsa, el vivir del brillo ajeno, el enmascaramiento, el convencionalismo encubridor, la escenificación ante los demás y ante uno mismo, en una palabra, el revoloteo incesante alrededor de la llama de la vanidad es hasta tal punto regla y ley, que apenas hay nada tan inconcebible como el hecho de que haya podido surgir entre los hombres una inclinación sincera y pura hacia la verdad.

La creación? Verdad o Conocimiento?

En algún apartado rincón del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la “Historia Universal”: pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza, el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer. Alguien podría inventar una fábula semejante pero, con todo, no habría ilustrado suficientemente cuán lastimoso, cuán sombrío y caduco, cuán estéril y arbitrario es el estado en el que se presenta el intelecto humano dentro de la naturaleza. Hubo eternidades en las que no existía; cuando de nuevo se acabe todo para él no habrá sucedido nada, puesto que para ese intelecto no hay ninguna misión ulterior que conduzca más allá de la vida humana. No es sino humano, y solamente su poseedor y creador lo toma tan patéticamente como si en él girasen los goznes del mundo. Pero, si pudiéramos comunicarnos con la mosca, llegaríamos a saber que también ella navega por el aire poseída de ese mismo pathos, y se siente el centro volante de este mundo. Nada hay en la naturaleza, por despreciable e insignificante que sea, que, al más pequeño soplo de aquel poder del conocimiento, no se infle inmediatamente como un odre; y del mismo modo que cualquier mozo de cuerda quiere tener su admirador, el más soberbio de los hombres, el filósofo, está completamente convencido de que, desde todas partes, los ojos del universo tienen telescópicamente puesta su mirada en sus obras y pensamientos.

Lord Satan....

No soy un satanico ya que tambien niego su existencia,
eso de los dioses solo es bueno para la literatura, o como parte de
una mitologia.....
No se dejen engañar.................

miércoles, noviembre 24, 2004

AL SENTIR MI MUERTE

Al sentir mi muerte cerca
aclamo a ti Señor y a tu misericordia
y pido clemencia ante ti
si mi señor ante ti

Por miedo a mi muerte y a mi descanso
porque? no lo se,
pero es una agonia que no me explico
dentro de mi
que me evoca a hacerlo
y lo unico que deseo sentir
en este momento es un alivio
una absolucion de mis pecados
sentir como mi alma se libera de ellos
si ya empiezo a sentir esta gran tranquilidad
que es la muerte quien ha llegado por mi
liberada de mis pecados por ti mi señor
aun asi, no creo pertenecer a tu
llamado reino de los cielos
sabes que aunque mi alma ya se
encuentra liberada de mis pecados
y llena de tranquilidad
tengo la inquietud de conocer el otro extremo
si mi Señor a ese que le llaman infierno
por que? no lo se,
algo mas fuerte que yo
me llama hacia el
y necesito probar de el
saber quien es él
el llamado señor de las tinieblas


Nefertary

TINTARE CON SANGRE

TINTARE CON SANGRE

Tintare con sangre mis escritos y poemas
con sangre rojo carmin
tintare con sangre mis dibujos y paisajes
en donde te represento a ti
al igual que mi corazón en tus manos
al igual que mi boca en tus labios
al igual que mi pasión por tí
ahora solo quiero beber
de tu cuello tu sangre rojo carmin
y me acerco a ti y me prendo de tus labios
en un beso de lujuria y exaspero
tocando tu cuerpo
mientras preparo mis colmillos
para supcionar tu cuello
y poco a poco conforme
te recorro tus hombros
comienzo a clavar mis colmillos
y al terminar mi banquete
solo corre por mis labios
tu sangre color rojo carmin
y comienzo de nuevo
tintando con sangre tu recuerdo

Este poema pertenece a mi gran amiga y escritora Nefertary.....

martes, noviembre 23, 2004

Un pensamiento Nietzscheniano

¿qué importa el resto? - El resto es simplemente la humanidad. - Hay que ser superior a la humanidad por fuerza, por altura de alma, - por desprecio...